Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (6 de Febrero)
La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas.
Puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del VIH, ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte.
A pesar de que esta práctica se concentra en cerca de 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional, así como algunos países asiáticos (India, Indonesia, Iraq y Paquistán) y algunas pequeñas comunidades de Latinoamérica, es un problema universal. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
Durante más de diez años, el Programa Conjunto de Naciones Unidas ha apoyado a las supervivientes de la mutilación genital femenina, dando prioridad a las inversiones en iniciativas dirigidas por las supervivientes, centradas en el empoderamiento, la capacidad de acción y el acceso a los servicios esenciales.